La vida, en su esencia, es una serie de interacciones y relaciones. En el ámbito de las citas, estas interacciones pueden ser complicadas y, a veces, confusas. A menudo, nos encontramos con consejos y estrategias que prometen mejorar nuestras posibilidades en el juego del amor. Sin embargo, es crucial examinar estos consejos con un ojo crítico y discernir la verdad de la ficción. En este artículo, desmitificaremos dos consejos comunes de citas y exploraremos por qué pueden no ser tan efectivos como se nos ha llevado a creer.
Mito 1: Adopta una mentalidad de abundancia
El primer mito que examinaremos es la idea de adoptar una mentalidad de abundancia. Este concepto se centra en la idea de fingir que tienes muchas opciones. La teoría es que si te perciben como alguien con muchas opciones, tu valor percibido aumentará. En teoría, suena prometedor, pero en la práctica, puede ser un consejo terrible para cualquier hombre que lucha con las citas.
La razón de esto se reduce a la simple economía de la oferta y la demanda. Al tratar de retratarte como un recurso escaso, estás tratando de decir que estás en corta oferta. Pero el problema es que si no hay demanda para igualar ese nivel de escasez, no cambiará la percepción de las personas sobre cuán valioso eres. Necesita haber una demanda dada por algo en primer lugar si quiere ser codiciado.
Mito 2: Solo ve al gimnasio, hermano
El segundo mito que desmantelaremos es la idea de que ir al gimnasio y mejorar tu físico te hará más atractivo. Si bien es cierto que mantenerse en forma y cuidar de tu cuerpo puede mejorar tu atractivo, hay situaciones en las que ir al gimnasio puede no ser útil e incluso puede ser perjudicial.
Por ejemplo, si eres un hombre de estatura inferior al promedio, ir al gimnasio y desarrollar músculos puede hacerte parecer que estás compensando en exceso, lo que puede ser percibido como poco atractivo. Además, si tu estructura esquelética impide que tengas un cuerpo estético, ir al gimnasio no necesariamente te dará un cuerpo atractivo. También hay hombres que, sin importar cuánto vayan al gimnasio o cuánto coman, simplemente permanecen delgados debido a su genética.
En resumen, es crucial que examinemos los consejos de citas que se nos dan con un ojo crítico. No todos los consejos son aplicables a todas las personas, y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. En lugar de seguir ciegamente los consejos de citas, es mejor entender nuestras propias fortalezas y debilidades y trabajar para mejorar en las áreas que realmente importan.